
Muy buenas familia, hoy os escribo para daros algunos consejos sobre fertilización de las plantas, concretamente os explicaré como preparar fertilizante casero de forma rápida, sencilla y barata.
¿Y cómo se hace esto? Pues sencillamente preparando los abonos en casa con materiales de uso cuotidiano.
¿Cómo hacer abono orgánico de forma sencilla?
Lo cierto es que hay una gran cantidad de formas de preparar tu propio abono orgánico, yo me centraré en explicar aquellos que mejores resultados me han dado.
Es importante conocer lo que es un abono orgánico, lo definiremos como una sustancia nutritiva obtenida por medio de la descomposición de residuos orgánicos ya sean de origen animal, vegetal o fúngico.
Para hacer en vuestras casas los abonos que os explicaré a continuación solo tendréis que recolectar los materiales necesarios y seguir unos sencillos pasos.
Con la idea de facilitar la comprensión y la puesta en práctica de las recetas, haré una división entre enraizantes, abonos de crecimiento, de floración y repelentes de plagas.
Enraizantes caseros
En este apartado os mostraré dos recetas que tradicionalmente se han utilizado y que por mi propia experiencia os puedo asegurar que funcionan de maravilla.
Enraizante de lentejas
El caldo a base de lentejas a demostrado ser uno de los productos más eficaces de la naturaleza para estimular el desarrollo radicular de las plantas.
Esto es así gracias a las fitohormonas u hormonas vegetales también conocidas como auxinas que las lentejas liberan en su proceso de germinación.
Las auxinas tienen un enorme poder de estimulación sobre ciertas células (especialmente sobre las que se hayan en las raíces de las plantas) favoreciendo su elongación y desarrollo.

Sin más os explico por pasos como preparar vuestro potente estimulador de raíces casero.
1º. Llenaremos una taza de lentejas y las verteremos en un bol opaco.
2º. En ese bol pondremos 4 tazas de agua (utilizar la misma taza que para la medida de lentejas).
3º. Taparemos el bol con un trapo y lo guardaremos en un lugar oscuro durante 4 días para que las lentejas germinen correctamente.
4º. Cuando pasen los 4 días habrán germinado las lentejas y lo que haremos será pasar el contenido del bol por la batidora hasta que se forme una pasta blanca.
5º. El siguiente paso será filtrar el resultado para guardarnos el líquido y desechar la parte sólida o pastosa.
Ese líquido será nuestro estimulador radicular orgánico de alta calidad, ya tan solo nos quedará aplicarlo en el agua de riego.
La aplicación es sencilla, utilizaremos 100 ml de nuestro abono por cada litro de agua ¡y a regar!
Enraizante a base de canela
La canela es otra planta que ha demostrado tener grandes cualidades como estimulador radicular y su preparación es extremadamente sencilla.
Simplemente habrá que poner 30 gramos de canela en un recipiente con un litro de agua, se remueve bien y se deja una hora en reposo.
Transcurrido este tiempo pasaremos el líquido por un filtro o colador y con el líquido resultante regaremos nuestras plantitas ¡así de fácil!

Fertilizante casero para crecimiento
Una vez han transcurrido los primeros días de vida de nuestras plantas y ya hemos conseguido formar un buen sistema radicular, éstas pasan a la fase de crecimiento.
Durante esta fase deben crecer y formar una buena estructura fuerte y bien ramificada para conseguir una floración exuberante.
Para ello daremos un empujoncito a las plantas aportándoles los nutrientes que necesitan para esta fase de desarrollo de una forma ecológica y natural.
Os explicaré los dos mejores abonos caseros de crecimiento según mi criterio, el humus de lombriz y los posos de café.
¿Cómo hacer humus de lombriz?
Antes de entrar en materia me gustaría recalcar que en mi opinión el humus de lombriz es el mejor fertilizante casero que existe para el crecimiento de las plantas.
Lo primero que deberemos hacer es definir el humus de lombriz:
Se trata de las excreciones producidas por las lombrices que se alimentan de restos orgánicos almacenados en un recipiente especial conocido como compostera.
Estas excreciones en forma de estiércol que aparentemente parece tierra, son una maravilla ya que contienen una gran carga de macro y micronutrientes.

Entre ellos destacan el nitrógeno (el más importante para el crecimiento), fósforo, potasio, magnesio, cobre, hierro, zinc, boro, manganeso así como auxinas y ácidos húmico y fúlvico.
Antes de comenzar con los pasos, es importante que hayas adquirido o fabricado una compostera y también deberás comprarte lombrices rojas californianas (muy sencillo por internet). Vamos con los pasos:
1º. En la base de la compostera haremos una cama de turba de unos 5 cm de altura.
2º. Introduciremos las lombrices y las dejaremos un par de días para que se acostumbren a su nuevo hogar.
3º. Durante una semana añadiremos 250g de desechos orgánicos* al día (posteriormente especifico de que tipo) y dejaremos que con esa materia acumulada las lombrices hagan su trabajo.
4º. Cuando hayan transcurrido un par de semanas tendremos los primeros resultados en la parte más baja de la compostera, humus líquido listo para recoger y mezclar con agua para riego.
5º. Pasados dos meses toda la materia orgánica que añadimos al principio habrá sido digerida y transformada en humus.
6º. Recolectar todo ese humus y pasarlo por un tamiz para eliminar las lombrices (que devolveremos a la compostera).
7º. Mezclar el humus con la tierra.
Una vez completado este ciclo volveríamos a comenzar por el paso 1 y así sucesivamente.

*Me gustaría aclarar que como desechos orgánicos entendemos peladuras de frutas y hortalizas, hojarasca de los árboles (que no sean pino o eucalipto), restos de poda (no pueden ser plantas enfermas) o posos de café.
También valen restos de comida, cenizas de productos que no hayan sido tratados químicamente o estiércol de animales herbívoros.
Abono para plantas con café molido
El siguiente fertilizante casero de nuestra lista será el café molido, es decir los restos que nos quedan cuando nos hacemos un café en cualquier tipo de máquina.
Podremos servirnos desde los restos que quedan en las clásicas cafeteras italianas hasta el interior de las cápsulas de café, cualquier resto será válido.
Pues bien, se trata de un buen abono casero porque contiene entre un 3 y un 7% de Nitrógeno en el volumen de su composición, lo cual es ideal para etapas de crecimiento.
Otra enorme ventaja de usar los restos de café molido es su fácil aplicación ya que no necesita ningún proceso de elaboración.

Simplemente cogeremos esos restos de café molido y los espolvorearemos sobre la tierra creando una fina capa para regar posteriormente.
La otra forma de utilizarlo es antes de germinar la planta mezclar los restos con la tierra para que se distribuya de forma más homogénea.
Ambas opciones son igual de válidas, solo tendrás que escoger la que más te convenga.
Por último destacar que también funciona de maravilla para añadir en vuestra compostera y favorecer la formación de humus.
IMPORTANTE: Nunca almacenéis los restos húmedos de café en un bote cerrado o similar ya que se convertirá en un auténtico festival de hongos.
Si queréis almacenarlos es muy importante que primero lo dejéis secar en un lugar bien aireado.
Fertilizante casero para floración
Por último os daré la receta para hacer vuestro abono de floración totalmente casero y natural.
Para esta tarea necesitaréis los siguientes ingredientes:
· 5 pieles de plátano
· 5 pieles de patata
· Una cucharada de miel
· 1 L de agua
El plátano es una gran fuente de Potasio y Fósforo, la patata también contiene buena cantidad de Potasio y además contiene almidón.
El almidón le dará a nuestras plantas un aporte extra de energía favoreciendo su desarrollo y una potente fructificación.
Con la miel conseguiremos un aporte de azúcares ideal para la producción de terpenos y resinas, además estimula la vida microscópica que hay en el sustrato.
En definitiva es una abono muy completo que conseguirá llevar la floración de nuestras plantas a su máximo nivel.
Una vez tengáis preparados los mencionados ingredientes será el momento de ponerse manos a la obra, os explico por pasos:
1º. Con la ayuda de un cuchillo de cocina trocearemos las pieles de plátano y las introduciremos en una olla.
2º. Haremos lo mismo con las pieles de patata.
3º. Cuando tengamos en la olla las pieles de plátano y patata bien picadas, añadiremos un litro de agua y encenderemos el fuego.
4º. Tendremos la mezcla en ebullición durante 15 minutos y apagaremos el fuego para dejar que el caldo se enfríe.
5º. El siguiente paso será pasar el caldo por un colador para guardarnos la parte líquida y desechar la sólida.
6º. Por último añadiremos una cuchara pequeña de miel y lo removeremos con energía.
Una vez terminado el proceso tendremos 1 litro de fertilizante, lo cual nos servirá para 5 litros de agua.
Esto quiere decir que a la hora de regar, por cada litro de agua añadiremos 200 ml de nuestro fertilizante.
Mi consejo es que si vais a tardar en utilizarlo lo congeléis ya que se mantiene intacto de este modo.
Para hacerlo más sencillo podéis congelarlo directamente en dosis de 200 ml, así podéis ir descongelando dosis de abono para 1 litro a medida que lo vayáis necesitando.
Algo que no he dicho aunque es deducible, es que si queréis hacer mayor o menor cantidad de este abono solo tendréis que multiplicar o dividir la cantidad de los ingredientes.
Pues bien familia hasta aquí el post sobre elaboración de fertilizante casero, si tenéis cualquier duda dejar un comentario y os contestaré.
¡Un saludo y buenos humos!